Introducción Quería desearte buenos días
Quería desearte buenas noches.
Comencé a escribir esto en Twitter.
Como una forma de cortesía.
Enganchado estoy al Twitter
¡Deberían quitarme el celular!
¿La mayor tentación para alguien como yo?
Tener una audiencia al alcance del pulgar.
Así que comienzo el día con un saludo.
Y lo termino con nocturna variación
Para proteger mis noches y el fin de semana,
Me desconecto: una mini vacación.
A veces los saludos son flirteos,
Descarados, o extrañamente científicos,
surgen de mi mente, mi vida, mis pensamientos
un tuitero tremendamente prolífico.
No tengo un libro de frases hechas
ni sabiduría de biblioteca:
por lo general lo que te envío
es lo que me deseo a mí mismo.
Si escribo “relájate” estoy nervioso,
Y si escribo “anímate”, apenado.
Escribo lo que desearía que alguien me diga
Y después cambio a “tú” el enunciado.
Tras varios años, los saludos
comenzaron a cambiar de tono.
La gente dijo: “Lin, tus buenos días y buenas noches
Son lo más lindo que hay en mi “fono”.
Ahora recibo tuits como “Me has salvado”
o “Necesito este recordatorio”.
“Lo imprimí y lo tengo a mano”
“En mi carpeta o en mi escritorio”.
Después preguntaste, “Por favor, harías un libro”,
Yo respondí, “dalo por hecho”.
Y entonces contacté a Kassandra Tidland
Quien retuitea mis tuits por puro
fun.
Y hablando de tuits y gente
cool Hay amigos que he conocido escribiendo.
Como el erudito Jonathan Sun,
Cuyos dibujos y palabras recomiendo.
Ambos nos sentamos para montar esto;
este libro que tienes en tus manos
Puedes abrirlo en cualquier página o momento
y ver si algo te ayuda en lo cotidiano.
Es bueno tener algo que te ayude,
Algo amable que siempre cerca tendrás.
Para leer cuando quieras.
Buen día, buenas noches. Aquí estará.
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